16 de julio de 2007

GALA 70 AÑOS MNAD

                         PALABRAS ARQ. ALBERTO BELLUCCI DIRECTOR DEL MNAD



El Museo Nacional de Arte Decorativo cumple en 2007 sus primeros setenta años de vida y los celebra en plena actividad artística y cultural, con su prestigio intacto, su calidad museológica y su valioso patrimonio en constante crecimiento, su proyección social cada vez más abarcante y con el firme reconocimiento internacional por parte de los museos afines.

Nuestro Museo fue creado por Ley 123.351 del 21 de enero de 1937, a partir de la compra que hace el estado de la residencia y las colecciones de los esposos Josefina de Alvear y Matías Errázuriz Ortúzar que –junto con sus hijos Josefina (Pepita) y Matías (Mato)- habitaron la casa entre 1918 y 1936. El proyecto había sido obra del destacado arquitecto francés René Sergent, los jardines fueron diseñados por su compatriota Achille Duchène, y la decoración de los salones de la planta principal –según diversos estilos franceses que van desde el Renacimiento hasta fines del siglo XVIII- corrieron por cuenta de especialistas de la talla de Georges Nelson, Georges Hoentschel y André Carlhian, a los que pocos años después José María Sert añadió su toque orientalista, precursor del art-déco, en el curioso salón de estar de Matías hijo, en el primer piso de la casa.

Al convertirse la residencia familiar en museo nacional era Presidente el general Agustín Justo y el doctor Matías Sanchez Sorondo encabezaba la Comisión Nacional de Cultura. Desde entonces hasta hoy han pasado setenta años, incluidos veintisiete presidentes (entre constitucionales y de facto) y más de ochenta secretarios y subsecretarios de Cultura de la Nación; sin embargo, frente a esa secuencia que indica claramente las movidas circunstancias de las últimas siete décadas de nuestra historia, el Museo sólo ha tenido cuatro directores: Ignacio Pirovano (1937-1955), Jorge Pinto (1956-1963), Federico Aldao (1963-1990) y Alberto Bellucci (1991 a la fecha). Esta insólita estabilidad de gestión, que parece colocar al Museo al margen de las frecuentes rupturas institucionales, permitió a su vez ir manteniendo y profundizando una línea de continuidad con respecto al mantenimiento del perfil original del Museo y a la preservación y acrecentamiento de sus colecciones. Lo cual no quiere decir que el Museo haya cedido a la rutina o se considerara independizado del contexto inmediato o de los sucesivos programas emanados de las autoridades nacionales de la cultura de las cuales depende, sino que ese contexto y esas autoridades coincidieron en permitir y alentar la misión propia del Museo en cuanto registro valioso de la memoria histórica y el acervo artístico de los argentinos, y de sus posibilidades de proyección cultural en la comunidad local e internacional. Por lo demás cada gestión directorial, cada integrante del museo y – a partir de su Fundación en 1967- también la Asociación Amigos trabajaron eficazmente para asegurar la  actualización de esa presencia y esa proyección. Éste es el conjunto de hechos auspiciosos que nos permite asomarnos a la octava década de vida en total plenitud y con renovado entusiasmo para enfrentar los desafíos que el siglo XXI plantea a los museos.

Como una evidencia, entre tantas otras, de los valores de dicha continuidad de gestión a través del tiempo, y como información que seguramente ha de ser de interés para todos -ya que hasta el presente no ha sido dada a conocer en forma ordenada- acompañamos un listado de las exposiciones temporarias más significativas que el Museo ha albergado en sus salas durante estos setenta años.